Un año más

Qué mas da ?, dice la canción.
Siempre lo sentí así. Hasta la llegada del 2009, los cambios de año eran para mí el peor día que podía existir. No era nostalgia, no. En realidad nunca supe porqué me sentía así.
Las fiestas siempre han sido lo mío, desde chica, pero el año nuevo siempre me desmotivaba totalmente. Aburrimiento, fatiga, odio, todo en un mismo día. Hasta repugnancia de la felicidad de los demás llegaba a sentir.
Este año llegó de manera distinta. Lejos de la familia, por cierto e incomunicada por horas de ellos. El 2009 me encontró en la calle, sí, corriendo por avenida Argentina en Valparaíso, junto a una personilla que quiero y me quiere mucho (Yo más :P) mojándome con un champagne comprado 4 minutos antes de las doce, abrazada a mi Mister Waltercillo bajo miles de luces coloridas. Hermoso.
& volvíamos a correr en dirección a Viña del Mar, tomando en la micro (tú morías de vergüenza). Abrazo a Marcos, conocer a Daniela, llamada de Pala, llamada de Ita. La familia: Nada. Extraño fue encontrarme con Oscar y Carla. Es impresionante que debiendo ser tan cercanos, viviendo tan cerca, queriéndonos tanto, nunca nos hayamos deseado un Feliz Año Nuevo. Fue genial.
Lejos, uno de los mejores días de la vida: Acompañada, corriendo a todos lados, non stop, diferente. Espero el año que le sucede a este gran día sea de la misma manera.
& un año más queda atrás. Cambio de switch. Pasado pisado. Avanzo dando un paso apoyado en el anterior que luego olvidaré. Será lo que tenga que ser. Por ahora, empezó extraño, pero bien.
Gracias a todas las personitas que hicieron de este cambio de año el mejor hasta hoy. (Walter, Payo, Cotty, Mamá de Walter, Papá de Walter, Marcos, Pala, Ita, Carla, Oscar e incluso Daniela, sí, Daniela)